Hemos hablado ya de cómo la Naturaleza influye en el diseño en todos sus aspectos, siendo la Naturaleza misma una fuente de diseño inagotable y por tanto de inspiración. Si bien nuestro mundo se basa en principios de diseño derivados de la propia evolución y de la interdependencia de unos organismos con otros, el ser humano, siendo la máxima expresión de dicha evolución hasta ahora, es capaz de replicar e incluso crear nuevas formas de integración con el planeta.
En esta entrada, mostraré algunas fuentes de inspiración basadas en climas desérticos que han llamado mi atención y la de muchos otros para crear.